….Verano
El inicio del verano coincide con la época de máxima expansión de la naturaleza. En la contracción máxima, durante el solsticio de invierno, la naturaleza hace visible la acción de lo terrenal: la Vida en su mínima expresión. Entramos con el solsticio de verano en su polaridad opuesta, la expresión máxima del macrocosmos: la Vida floreciendo y fructificando por doquier…
El Corazón es la imagen y fuente de nuestra salud, es el centro de nuestro microcosmos y sede de nuestro Calor…
El órgano maestro del ritmo es el Corazón. Se merece un cuidado físico y anímico. Contemplar el esplendor de la Naturaleza, respirar su colorido e interiorizar sus aromas, alivian nuestra Alma, muchas veces relegada al esfuerzo continuo y al desgaste de lo cotidiano.
….. Cuidar nuestros ritmos:
- Alternar la actividad de vigilia y descanso.
- Respetar las horas de sueño.
- Crear espacios internos de belleza, de reflexión consigo mismo y al mismo tiempo mantener espacios de relación con los demás.
- Elaborar escritos, blogs o bien, realizar un diario ilustrado con las experiencias interiores vividas en nuestra vacaciones.
- Usar prendas de tejidos naturales de lino y algodón.
- Realizar una alimentación equilibrada rica en frutas, verduras, hortalizas, cereales integrales, semillas y moderada en carnes y pescados; evitando el exceso de grasas y azúcares.
¡Observa la planta!
Es la mariposa
encadenada a la Tierra
¡Observa la mariposa!
Es la planta
liberada por el cosmos ….
- R. Steiner
