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Suelo seco

PRECANCEROSIS
INTRODUCCIÓN 

El cáncer es como un árbol. No crece en el aire. Necesita un terreno abonado y propicio para su desarrollo, que le aporte nutrientes y arraigo para crecer y expandirse.
Los tratamientos oncológicos  se centran en "la poda y tala del árbol". Pero, el terreno precanceroso permanece si no se actúa directamente sobre el mismo para modificarlo a favor de la salud del paciente y no a favor del tumor. 
Los tratamientos con Viscum album, permiten restaurar y corregir de fondo el terreno precanceroso activando la inmunidad y la termoregulación.
 
                   









Actualmente, el diagnóstico de precancer es clínico, basado en síntomas orgánicos y anímicos. El laboratorio puede aportar algunos elementos (leucocitos y hierro bajos). En un futuro cercano con biopsia líquida, se podría detectar el primer DNA tumoral circulante, hasta 8 años antes que el tumor sea detectable por los medios actuales.

La intervención de la Psiconcología es muy importante en esta fase, ya que la inmunidad invertida en la precancerosis puede manifestarse con síntomas psíquicos tales como: apatía, pérdida de proyecto biografíco, de entusiasmo en la vida cotidiana y pérdida del vínculo con el Otro y el Mundo.
Inicialmente  puede manifestarse como un cuadro clínico depresivo ansioso. La diferencia es que no mejora con los fármacos.

Otros cuadros clínicos que pueden ocurrir simultáneamente y confundise con la Precancerosis son: la Fibromialgia, el Síndrome de la Fatiga Crónica y el  Covid prolongado.
La precancerosis es una fase desconocida e invisibilizada
                en la oncología.
                               Es la epidemia oculta y               silenciosa del S. XXI.
Image by Alexandru Trandafir

¿ Que es la Precancerosis?

La Precancerosis es el terreno que favorece la formación de un cáncer. Los  cambios se producen en el interior del organismo lenta, silenciosa y  paulatinamente, a lo largo de varios años. Esta evolución pasa inadvertida y suele ser un periodo en el cual no hay enfermedades y se confunde con "una muy buena salud" o normalidad, es por esto que la denomino Normosis.
Una expresión muy común en los pacientes es: "nunca he estado enfermo, sólo ahora que me han diagnosticado un cáncer". "Siempre he estado normal durante años, hasta ahora..."
En este período el organismo pierde la termoregulación y la coherencia para mantener en equilibrio el número de células y la distribución espacial en el órgano. Forma y materiales de construcción (células) deben estar siempre en equilibrio en toda arquitectura, incluida nuestra arquitectura orgánica.
Los sistemas inmunes antitumorales propios del organismo (Subpoblaciones de Linfocitos T) actúan frenando el crecimiento celular. En la precancerosis los linfocitos T se van enfriando, deteriorando y envejeciendo precozmente a lo largo de los años (inmunosenescencia). La baja temperatura corporal y la ausencia de reacciones febriles, son manifestaciones de la inactividad de los linfoncitos T en ésta fase precancerosa.  
Las células tienen el acelerador, siempre quieren proliferar y ocupar el espacio aleatoriamente  y el sistema Inmune ejerce de freno (antitumoral), es como el cincel del escultor, que detecta células fuera del plano de construcción y las elimina, preservando los límites necesarios para la Forma y arquitectura de los tejidos. El sistema inmune es el encargado de preservar  la arquitectura corporal. 
 
En la precancerosis el órgano de riesgo aumenta la densidad hasta la fibrosis (inflamación crónica no resuelta) y se distorsiona su arquitectura, por ejemplo, en la mama fibrosa quística, hay distorsión espacial del patrón glandular, aumento de la densidad mamaria. En la mamografía se califica como BIRAS 3- 4. 
La glándula mamaria es como un racimo de uvas en su configuración espacial saludable. Cuando las uvas se apretan  entre sí, se distorsiona la forma original. Esta presión activa la cascada de la oncogénesis. En la precacerosis se afecta el plano macroscópico o espacial del órgano, hay una distorsión espacial de los tejidos, de la matriz extracelular, debida a procesos inflamatorios no resueltos.
La  función de vigilar y colocar límites al plano celular es conocida en la Inmuno oncología, como
Fase de Eliminación. Esta  fase es salutogenética ya que garantiza el orden espacial macroscópico y el equilibrio entre el número de células y su distribución en el espacio de cada órgano. 
La fase de Eliminación permanece activa, siempre y cuando ocurran reacciones febriles (más de 38ºC) ante infecciones comunes y banales. En este sentido, la fiebre activa los sistemas antitumorales propios del organismo (subpoblaciones de Linfocitos T). Estos linfocitos T se fortalecen y entrenan cuando se enfrentan y resuelven episodios de Inflamación aguda. El sistema inmune necesita la adversidad para fortalecerse. Es la imagen de la resiliencia biológica. Si no se entrenan los linfocitos T en la adversidad (infecciones e inflamaciones agudas) se van  debilitando progresivamente, se envejecen y se desprograman.
La Fase de Eliminación (salutogénesis), la podemos asimilar a  la imagen de un paisaje verde y fértil, en el cual hay renovación constante del ecosistema.
Recordemos que los tumores sólidos, en su gran mayoría, crecen a bajas temperaturas (< 35.9 ºC ).
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¿Cómo se forma la precancerosis?

La precancerosis se forma en la Fase de Equilibrio, cuando el sistema inmune ha bajado un grado  de actividad respecto a la Fase previa de Eliminación (caracterizada por reacción febril y temperaturas
corporales de 36,5 ºC en promedio). En la fase de precancerosis existe un déficit en la vigilancia celular y a la vez, se inicia un distorsión de la arquitectura del órgano por endurecimiento y fibrosis ocasionadas por la inflamación crónica no resuelta. 
Es comparable a un "terreno quemado", el cual en la fase previa era verde y fèrtil (Fase de Eliminación con reacción febril aguda), y ahora se ha convertido en un terreno gris cenizo, incapaz de gestar especies amigables y amables.
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​​​​ DURANTE ESTA FASE DE EQUILIBRIO,
HAY UNA "APARENTE MUY BUENA SALUD,"
YA QUE NO HAY SÍNTOMAS, NI ENFERMEDADES.
ES POR ESTO QUE LA DENOMINO
NORMOSIS...
 
El no enfermar durante largos períodos no es señal de "buena salud". La salud no es la falta de enfermedad, no es un acto pasivo del organismo. La salud es el resultado de haber superado y resuelto una inflamación aguda con reacción Febril ( >38ºC). El calor corporal en fase de Eliminación de  36,5º C genera coherencia.
Es salutogenético.
 
La Salud es el resultado de un continuo entrenamiento activo del sistema inmune.  Superar infecciones virales o bacterianas leves, como constipados, amigdalitis, bronquitis leves, etc... cumplen esta misión. 
Después de cada episodio febril,- si no es suprimido con antitérmicos-, el organismo ha ganado más salud. Ha editado la salud en un nivel superior al estado previo de enfermarse. Tras cada pequeña enfermedad, la salud va alcanzando un grado superior.
El sistema inmune que no se entrena frente a infecciones leves y comunes en la comunidad, se debilita progresivamente y se incapacita para detectar y eliminar células disruptivas precancerosas.
En la hipotermia ( < 35,9ºC ) el organismo pierde la Unidad y coherencia, tiende a la separación de las partes y a la dispersión. Todo lo contrario sucede en el Calor que fomenta la coherencia y la unidad entres las celúlas y la arquitectura de los órganos.
La fase de Precancer es una alteración del entorno celular, el cual se endurece, se fibrosa y distorsiona por procesos inflamatorios crónicos, - son como fuegos de baja intensidad., que no se apagan, pero consumen recursos y deterioran, favoreciendo la inmunosupresión y la transformacion neoplásica.
Image by Junel Mujar

Cuadro clínico de la Precancerosis

El terreno precanceroso tiene un doble componente: biológico y anímico. Se caracteriza por bajas temperaturas (<35,9ºC), dificultad para tener fiebre, fatiga, insomnio, inapetencia, pérdida de peso, sensación de frío, cansancio injustificado, levantarse espeso y pesado con la sensación de no haber descansado lo suficiente.
En lo anímico surge una tendencia depresiva, con desinterés, apatía, melancolía y frío anímico. Este paisaje del alma es una esclerosis o endurecimiento psíquico, un terreno seco, inflexible y rígido, siguiendo rutinas fijas y pautas de comportamiento prestablecidas. Hay una falta de empuje para realizar proyectos, pérdida del entusiasmo en la vida e incapacidad para realizar los ideales. Es una barca a la deriva expuesta a los temporales y arrastrada por las circunstancias externas de la vida, es sentirse sin rumbo ni sentido de vida con pérdida del vínculo con los Otros y el Mundo exterior. Hay una tendencia al aislamiento y una anulación de sí mismo, "primero los otros, yo el último". Con una gran dificultad para expresar y elaborar los sentimientos, quedando "pegados, atrapados y enredados" en las vivencias psíquicas cotidianas o del pasado, sin poder transformarlas y construir metas propias hacia el futuro.
Los Análisis de sangre pueden mostrar leucopenias (bajas defensas), déficit de hierro, anemia no explicada, velocidad de sedimentación ( VSG ) elevada, entre otros. En el futuro inmediato podremos diagnósticar el precancer con años de antelación, ya que el primer DNA tumoral circulante, será detectable entre 6 y 8 años antes que el tumor pueda ser diagnosticado mediante biopsia líquida.
El cáncer afecta al ser humano en su condición físico-orgánica, el cuerpo, y en lo anímico e individual, es decir, en su biografía.
Factores anímicos pueden favorecer la formación de un terreno precanceroso. La falta de decisión propia, el ceder siempre a los demás para obtener su afecto y a las exigencias del mundo exterior para obtener reconocimiento, debilitan el Sí mismo, el Yo. Todo esto se traduce directamente al sistema inmune, el cual va perdiendo capacidad de reaccionar y detectar células neoplásicas en formación. En la vida anímica se expresa como dificultad para remontar la adversidad con debilitamiento frente a los obstáculos del camino.
Las patologías precancerosas más comunes son: Mastopatía fibrosa quística, poliposis de colon, gastritis crónica atrófica, esofágo de Barret, colitis ulcerosa, enfermedad de Chron, papiloma virus en cuello uterino, leucoplasias orales, displasias y metaplasias en diferentes tejidos, etc.
En todas estas condiciones, hay un exceso de células en el órgano pero dispuestas desordenadamente (displásicas) y una desorganización arquitectural de los tejidos, caracterizado por fibrosis y rigidez extracelular, en un terreno asintómático, hipotérmico y silencioso de inflamación crónica no resuelta.
La Mastopatía fibrosa es la entidad precancerosa más frecuente en mujeres. En la mamografía se detecta una glándula fibrosa con distorsión de la arquitectura glandular y aumento de la densidad.
Estos cambios pueden preceder en 5 años a la aparición de un cáncer de mama.
La temperatura corporal  baja, junto con otros factores arriba descritos, configuran el diagnóstico clínico de precancer de mama. Si además hay antecedentes familiares, y uso prolongado de anticonceptivos, elevan significativemente el riesgo de cáncer de mama. 
Además, patologías como la Depresión, la Fibromialgia, el Síndrome de Fatiga Crónica y el Covid prolongado pueden enmascarar el diagnótico subyacente de la precancerosis
Ejemplo de gráfico de temperatura corporal altamente sugestiva de Precancerosis. Curva AM (azul) o matinal es de  < 35,9ºC,  Hipotermia.  La curva vespertina o PM (roja)  suele estar más alta que la curva matinal, pero en casos más avanzados tiende a los valores bajos de la curva matinal.
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AM

PM

Tratamiento de la Precancerosis

Una vez detectada la Precancerosis, el signo guía en el tratamiento es la curva de temperatura corporal. El objetivo es restaurar el sistema inmune invertido e inactivo, como fruto de una inflamación no resuelta. Empoderar el sistema inmune hacia la Benignidad e inmunidad antitumoral propia que se reflejará en un aumento de las temperaturas corporales alrededor de 36,5 ºC (Eutermia).

Detectar y tratar la Inflamación crónica No resuelta

Corregir el problema inflamatorio subyacente es un paso importante. Cada órgano tiene sus propias causas que inician y perpetúan la inflamación crónica. Cada caso se ha de evaluar individualmente.
Es muy habitual que  los focos de inflamación no resuelta se inicien en la zona digestiva con alteraciones de la microbiota, de la micobiota y con permeabilidad intestinal. La calidad de los alimentos y los disruptores hormonales que contienen, son también disparadores de inflamación crónica persistente.
 
Revisar los hábitos y horarios (cronobiología) de la alimentación, así como, la calidad biológica de los alimentos (cultivos ecológicos y biodinámicos), son claves para "apagar el incendio de baja intensidad", sin llama, ni humo, de la inflamación no resulta o crónica.
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Enfoque terapeútico de la Precancerosis
con Viscum album

Empoderar el Sistema Inmune

Los tratamientos oncológicos integrativos en precancerosis deben modificar y corregir las causas que provocan la hipotermia (<35.9ºC ) y la pérdida de la reacción febril. La hipotermia se considera la señal principal en la precancerosis y es el eje central sobre el cual giran el resto de los síntomas orgánicos y anímicos.
El Viscum album (muérdago) es el director terapeútico en este proceso de intercepción de la precancerosis. En nuestra clinica ofrecemos experiencia contrastada en el uso del Viscum album en la Precancerosis a lo largo de más de 40 años.
El Viscum album permite rescatar al paciente de la Fase de Equilibrio y llevarlo a la Fase de Eliminación o salutogenética. En la corrección de la precancerosis, es fundamental migrar del frío corporal y anímico, característico de la Fase de Equilibrio, para conducirlo lenta y progresivamente hacia la Fase de Eliminación, caracterizada por una termoregulación centrada en el Calor y la Coherencia.
 

El Calor: Termoregulación y Termocoherencia

El Calor tiene una dimensión medible con el termómetro, y además, tiene una dimensión anímica cualitativa muy propia del ser humano. Esta dimensión sutil del Calor se expresa como presencia de ánimo y entusiasmo en la vida. Ambas cualidades del Alma son muy necesarias para tejer los hilos de la vida y remontar las adversidades provenientes de nuestro entorno, o bien, provenientes de nuestro mundo interior.
 
El Calor corporal y anímico nos permiten, de un lado, salir fortalecidos de las dificultades y de las crisis de la vida, y de otro lado, nos mantienen en coherencia, en un Todo unificado y con sentido, resignificando la existencia con sus vaivenes.
Así pues, las células, moléculas y la miríada de elementos que nos constituyen, están bajo la misma batuta del director que orquesta la sinfonía del Alma y de la Vida: El Calor y la Termoregulación
El Calor mantiene la Unidad en la diversidad, conserva la unidad en la tendencia a la división aleatoria y disruptiva de las células.
El Calor y la Termoregulación son la base de las fuerzas que activan y generan la salud  (Salutogénesis).
La Salud es Unidad y equilibrio entre los millones de células y moléculas del organismo.  
La pérdida del Calor (<35.9ºC y la no reacción febril), favorecen la fragmentación y ruptura, pemitiendo el escape de las partes (células) que adquieren su protagonismo aisladas e independientes del Todo. La hipotermia conduce a la  fragmentación e incoherencia del Alma y su relación con el organismo favoreciendo una inmunidad invertida protumoral.
 En resumen: La termoregulación nos da la Inmuno-Termo-Coherencia entre el organismo físico, la vida anímica y nuestra individualidad. El Calor genera coherencia y unidad de las partes, la Termoregulación sería el objetivo central de una rehabilitación inmune adecuada, en la cual la Inmunidad restaurada controla y vigila el plano celular (las partes) garantizando el equilibrio entre la FORMA Y LA FUNCIÓN de los órganos (el Todo y las partes en su justo equilibrio y ordenamiento).
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